No se dejen engañar por ese puchero huraño, Pug en realidad tiene el corazón más esponjosito de todos, además de un sentido de la moda que ya quisiera cualquier coolhunter; Pug Pugster es el compañero ideal lo mismo para una tarde de chismes, café italiano y discutir las últimas tendencias, que para un abrazo cálido y esponjoso que levanta los ánimos. Fanático de los LP’s de Edith Piaf y de Serge Gainsbourg, para el no hay mejor cena que un croissant sopeado en chocolate caliente, con buena compañía, por supuesto.
Le indigna el mito de que los pugs son torpes o poco hábiles, ya que con sus piececillos de houndstooth es un bailarín agraciado, orgullosísimo de sus origenes imperiales en la China antigua como perro de la realeza, una herencia que le da la ventaja de saber preparar unos dumplings que no tienen temor de Dios. Y de tener una encantadora colita rizada.
Estiloso como el que más, Pug está hecho de polar, con el interior de las orejas en popelina de algodón, sus manos están hechas de algodón elastizado de lo que alguna vez fuera una sudadera y sus pies, en un guiño a la estética de Coco Chanel, de un elástico houndstooth. Obsesionado con que todo combine a la perfección no sale de casa sin su mascada veraniega de gasa transparente, fijada con un botón coqueto y que hace juego con el interior de sus orejillas.
Altura: 48 cm
Relleno: acrílico y pedacitos de polar
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